Permítanme decir desde el principio que este artículo está dirigido principalmente a todos los que afirman ser cristianos y, por lo tanto, creen que la Biblia es la Palabra de Dios. Si no eres cristiano, pero estás leyendo esto, al menos aprenderás lo que la Biblia enseña sobre este asunto tan importante. Este artículo será breve y buscará de manera sencilla mostrar la postura bíblica sobre el aborto.
Cuando surge la pregunta sobre qué postura debemos tener los cristianos con respecto al aborto, algunas personas buscan ir inmediatamente a Éxodo 21:22-25 como su texto de referencia, sin embargo, la realidad es que la postura bíblica sobre el aborto no depende de este pasaje en específico, sino de lo que la Biblia enseñe como un todo con respecto a la prerrogativa de la vida misma.
Es por esta razón que, para contestar este tema, debemos plantearnos primeramente dos preguntas:
1. ¿Condena la Palabra de Dios el asesinato* de seres humanos?
2. ¿Considera la Palabra de Dios a los bebés dentro del vientre, como seres humanos vivos?
Si la respuesta a ambas preguntas es afirmativa, la única conclusión lógica es afirmar—sin titubear—que el aborto es efectivamente condenado por la Palabra de Dios y, por tanto, por Dios mismo. Sin más preámbulo, saltemos a responder estas preguntas.
I. ¿Condena la Palabra de Dios el asesinato de seres humanos?
La mayoría de los cristianos, espero, responderán “sí” a esta pregunta. La Escritura—tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento—explícitamente condena el asesinato de seres humanos. He aquí algunos ejemplos:
1. “Cualquiera que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque Dios hizo al hombre a su imagen“. Génesis 9: 6
Esta es la gran diferencia entre seres humanos y el resto de la creación, pues si bien toda la creación refleja la gloria de Dios (Sal. 19:1-3), solamente el ser humano fue creado a Su imagen. Es por esta razón que en el mismo pasaje anteriormente mencionado, justo antes de condenar el derramamiento de sangre humana (asesinato), Dios permite matar animales como alimento: “Todo lo que se mueve y tiene vida os será para alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde. ” (Gen. 9:3), recordando así, la diferencia entre animales y seres humanos. Vemos pues, que la Escritura condena el asesinato partiendo de la premisa de que todos los seres humanos son creados a imagen de Dios.
2. Otro pasaje, muy obvio, es el del sexto mandamiento: No matarás (Éxodo 20:13). Sin embargo, para aquellos cristianos que creen que solamente el Nuevo Testamento sigue vigente, el apóstol Pablo incluye este mandamiento en el Nuevo: “Porque los mandamientos, “No cometerás adulterio, no matarás, no robarás, no codiciarás”, y cualquier otro mandamiento, se resumen en esta palabra: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (Romanos 13: 9). Así que, aquellos que sostienen que solo debemos amar a nuestro prójimo, aún deben tener presente que afirman que el asesinar es lo opuesto a amar. (Y que también siguen afirmando los 10 Mandamientos del Antiguo Testamento).
Algunos otros pasajes que demuestran que Dios está en contra del asesinato, son:
“Sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él.…” Juan 8: 44ª
“No debemos ser como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus propias obras fueron malas y las de su hermano justas.” 1 Juan 3:12
“Hay seis cosas que el Señor aborrece, siete que le son abominación: ojos altivos, lengua mentirosa y manos que derraman sangre inocente“, Proverbios 6: 16-17
Vemos pues, que la Palabra de Dios cataloga el asesinato como la obra del Diablo, como algo malvado, y como una abominación ante los ojos de Dios. Privar injustamente a otro ser humano del precioso don de la vida es tan fuertemente condenado por Dios, que todo cristiano debería estar EXPLICITAMENTE en contra de ello. Como dije anteriormente, espero que todos respondan SI a esta primera pregunta. Es ahora cuando pasamos a responder la segunda pregunta.
II. ¿Considera la Palabra de Dios a los bebés dentro del vientre, como seres humanos vivos?
Esta es, quizás, la pregunta más crucial en el debate cristiano sobre el aborto. Si las Escrituras NO consideran a los bebés por nacer como seres humanos vivos, entonces terminar con ellos no debería ser un problema para el cristianismo; sin embargo, si la Palabra los considera seres humanos vivos, entonces todos los cristianos deberían estar explícitamente en contra del aborto, pues esto implicaría terminar la vida de un ser creado a imagen de Dios. Por lo general, hay dos pasajes de las Escrituras que se usan a menudo para argumentar a favor de considerar a los bebés no nacidos como seres humanos vivos.
1. El primero es el pasaje del profeta Jeremías, el cual nos muestra que Dios nos conoce incluso antes de nuestro nacimiento: “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieras te consagré; Te nombré profeta de las naciones “. Jeremías 1:5
2. El segundo pasaje frecuentemente utilizado, es el del salmista, pues habla sobre el diseño de Dios para nosotros como ocurriendo antes de nuestro nacimiento. “Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el vientre de mi madre…Tus ojos vieron mi embrión, y en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos”. Salmo 139: 13,16
Estos pasajes deberían ser suficientes para demostrar que Dios considera a los bebés antes de nacer, como seres humanos vivos. Sin embargo, existe un tercer pasaje—en el Nuevo Testamento—el cual a menudo es pasado por alto, pero que, a mi parecer, arroja una luz aún más específica sobre el asunto en cuestión.
“Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Lucas 1:41-43
Al leer este pasaje hay dos cosas que resaltan con respecto a la pregunta en cuestión. Primeramente, podemos notar que la criatura que estaba por nacer saltó en el vientre de Elisabet cuando ella escuchó el saludo de María. Sin embargo, también debemos aceptar que la criatura no solamente saltó como resultado de una simple reacción al azar, sino por voluntad propia. Esto lo sabemos, no por especulación, sino debido a que las Escrituras mismas nos lo dicen:
Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. Lucas 1:44
¿Saltó de gozo? ¡Sí, de gozo! ¿Puede una criatura que no esté viva saltar de gozo? Obviamente no. La respuesta es que innegablemente la Palabra de Dios considera al ser humano dentro del vientre como un ser vivo, el cual puede ser consagrado, escogido, y también ¡capaz de expresar emociones! Es por esto que podemos afirmar con confianza, que la Escritura—tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento—verdaderamente considera a los bebés no nacidos como seres humanos vivos, creados a imagen de Dios, y por lo tanto, con un derecho a la vida que nadie debería tener el supuesto “privilegio” de terminar, pues esto entonces sería asesinato, el cual, como ya vimos anteriormente, es considerado abominación ante los ojos de Dios.
Pero, alguien dirá: ¿qué pasa con los niños que nacerán en la pobreza? ¿No deberíamos nosotros, como cristianos, promover el aborto para los pobres? La respuesta es NO. Decir que debido a que muchos niños puedan nacer en la pobreza, entonces deberíamos asesinarlos antes de que nazcan, es una incongruencia y también una falsa dicotomía. Una situación mala no se resuelve con una situación peor. Ya ha habido muchísimo derramamiento de sangre inocente en la historia de la humanidad, teniendo su epítome en el malvado asesinato de nuestro Señor Jesucristo. Y como bien dice Josh Howerton: El aborto es la imagen contraria al Evangelio, porque en lugar de decir: “Moriré por ti”, dice, “Tú morirás por mí”.
Por último, si tú has sido partícipe de un aborto, ya sea activa o pasivamente, puedo decirte que, si en verdad te arrepientes todavía hay perdón para ti, en Cristo Jesús, pues Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 juan 1:9. Hermano, hermana, ningún cristiano debe ser pro-aborto. Mi oración es que no cambiemos la verdad de Dios, ni que la mezclemos con la mentira. Al contrario, sigamos firmes proclamando esta verdad en nuestros hogares, nuestras iglesias y en el mundo entero.
“Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”Romanos 5: 7-8
*El terminar la vida per se no puede catalogarse siempre como asesinato en términos bíblicos. El asesinato, bíblicamente hablando es terminar la vida de alguien que no lo merezca. Por esto se utiliza el lenguaje de “derramar sangre inocente.” Dios, como autor de la vida, tiene la prerrogativa sobre la vida misma, y es por esto que cuando Él ha decidido acabar con millones de personas, esto no implica asesinato, ni tampoco cuándo El ha instituido leyes de retribución, por ejemplo: la pena de muerte. Pues en este caso, la vida que se cobra ya no es vida inocente, sino culpable.